miércoles, 16 de febrero de 2011

Roy Orbison visto por Bob Dylan

Crónicas, página 23
Orbison, no obstante trascendía todos los géneros: folk, country, rock and roll, lo que fuera. Su material mezclaba todos los estilos e incluso algunos que no se habían inventado siquiera. Podía adoptar un tono agresivo y perverso y luego cantar con voz de falsete a los Frankie Valli en el siguiente.
Con Roy no sabías si estabas escuchando ópera o una banda de mariachis. Te mantenía alerta. Todo en él era muy visceral. Sonaba como si cantara desde la cima del monte Olimpo y realmente se lo creyera.
(...)
Interpretaba ahora sus composiciones aprovechando su extensión vocal de tres o cuatro octavas que te daba ganas de arrojarte en coche por un acantilado. Cantaba como un criminal profesional. (...)
Tenía una voz capaz de sacudir un cadáver y dejarte musitando algo como "Tío, no me lo puedo creer". Había canciones dentro de sus canciones.
Orbison iba muy en serio. No se andaba con niñerías ni con pinitos de novato.

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