Enlace al artículo de Jaime Noguerol, titulado Los malos espíritus en La Región.es
El sábado un amigo que tiene por hobbie poseer todos los discos de Bob Dylan nos invitó a una audición en su casa. Posters, bufandas, fotografías, objetos fetiche dedicados al músico cubren las paredes de su apartamento. A lo largo de la noche hablamos de él, un artista que recorre el mundo sin interrupción 'soy feliz en mi autocaravana o en cualquier aeropuerto anónimo'.
Nació en la primavera del '41': la Segunda Guerra Mundial asolaba Europa y el mundo saltaba en mil pedazos. En su infancia el planeta estaba lleno de figuras imponentes: Hitler, Churchill, Mussolini, Stalin o Rousvelt tenían en sus manos el destino de la humanidad. Bárbaros despiadados perfilaban los mapas a martillazos.
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El sábado un amigo que tiene por hobbie poseer todos los discos de Bob Dylan nos invitó a una audición en su casa. Posters, bufandas, fotografías, objetos fetiche dedicados al músico cubren las paredes de su apartamento. A lo largo de la noche hablamos de él, un artista que recorre el mundo sin interrupción 'soy feliz en mi autocaravana o en cualquier aeropuerto anónimo'.
Nació en la primavera del '41': la Segunda Guerra Mundial asolaba Europa y el mundo saltaba en mil pedazos. En su infancia el planeta estaba lleno de figuras imponentes: Hitler, Churchill, Mussolini, Stalin o Rousvelt tenían en sus manos el destino de la humanidad. Bárbaros despiadados perfilaban los mapas a martillazos.
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