lunes, 10 de enero de 2011

Joan Baez: Diamonds and rust

Joan Baez, que acaba de cumplir los 70, también dedicó a Dylan la preciosa Diamonds and rust




He sido condenada.
Aquí viene tu fantasma otra vez.
Pero no es algo inusual,
es porque hay luna llena.
Y tú me llamaste.
Y aquí estoy sentada,
cogida al teléfono,
escuchando una voz caer en picado.
Una voz que conocí
hace un par de años luz.

Recuerdo que tus ojos
eran más azules que los huevos
que pone un petirrojo.
Y me dijiste que mi poesía era pésima.
¿Desde donde me estás llamando?
Una cabina telefónica, en el Medio Oeste.
Hace diez años ya,
te compré unos botones para tu camisa.
Tu me trajiste algo.
Los dos sabíamos que los recuerdos nos podrían traer
tanto diamantes como herrumbre.

Cuando irrumpiste en la escena,
ya eras una leyenda.
Un fenómeno sin limpiar,
el vagabundo original.
Te desviaste hacia mis brazos,
y allí permaneciste.
Temporalmente perdido en altamar.
La Madonna era tu libertad.
Sí, la chica de tu otra mitad.
Te mantendría a salvo.

Ahora te veo ahí,
con las hojas marchitas cayendo a tu alrededor,
y con nieve sobre tu pelo.
Estás sonriendo en la ventana,
fuera de éste horrible hotel,
en Washington Square.
Nuestro aliento forma una nube blanca,
mezclándose y flotando en el aire.
Sinceramente, para mí,
los dos podríamos haber muerto hace tiempo.

Ahora me estás diciendo
que no eres un nostálgico.
Dame entonces alguna palabra para justificarlo,
tú, que tienes tanta labia para eso.
Y haciendo que todo parezca banal,
ya que necesito algo de esa banalidad ahora.
Todo ésto ha regresado demasiado cláramente.
Sí, te quería con todo mi corazón,
y si me estás ofreciendo diamantes y herrumbre,
ya he pagado mi parte.

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