lunes, 17 de octubre de 2016

El arte de la letra (Bob Dylan, premio Nobel de Literatura 2016)

Aquí Bob con unos colegas
A Bob Dylan le han concedido el Premio Nobel. Personalmente lo recibo con alegría. Al principio con cierto recelo. ¿Será broma? Tantas veces en las quinielas... 
Ha sido la noticia cultural de la semana. Causa de multitud de conversaciones y artículos. Al Premio Nobel de Literatura le tenemos como al oráculo de Delfos, creemos en él. Un auténtico "gatekeeper". Al de Literatura, claro, porque en el de Química o Medicina no tenemos ni puñetera idea si ha sido justo o no premiar los estudios sobre autofagia. El Nobel de Literatura se muestra así como un agitador cultural, un animador de editoriales, ¿un indicador de calidad? Pero le dieron el de la Paz a Obama...

Al conocer la noticia cogí de mi biblioteca el volumen de la colección Visor Poesía titulado "George Jackson y otras canciones". Autor: Bob Dylan. Por cierto, que es el número 27 de esta clásica colección que tiene un buen catálogo de poetas. Pues bien, lo cogí de la sección dedicada a Bob y lo he llevado con sus compañeros de poesía. Allí comparte anaquel con sus compañeros de colección y de... género. Ha sido un gesto, doméstico si me apuras. Un pequeño homenaje personal, sin repercusión... 
Leo con cierta confusión algunos artículos en los que se dice que "es un cantautor magnífico, pero ha sido una desfachatez que le den el Nobel", o "tiene algunos versos y muchas canciones" (¿no nos enseñaron en el libro de literatura de COU que la canción era un tipo de poesía? ¿no fue Homero un rapsoda? ¿y nuestras jarchas? ¿y los juglares?), o "Bob Dylan, ese poeta judío americano cuyas canciones son parte de la vida de todo Occidente desde hace tres generaciones, pero es más difícil argumentar que es el literato vivo que más merece un galardón mundial". La mayoría de ellos son un "sí, pero no". Lo que parece un debate sobre ¿qué es literatura? termina en un deseo de preservar la sacro-santa-separación de "alta cultura" de "cultura popular", en un intento desesperado por dejar intacta esa concepción elitista de lo artístico, una manta que deja los pies fríos. No, este tipo no puede estar en "nuestra lista, en la de los de siempre". Algunos terminaban con el "pues ahora que le den el premio al Dúo Dinámico", tan injusto como ridículo. 
Efectivamente, la literatura es el arte de la letra ("ahora, que le den el Nobel al calígrafo que escribe tan bonito"). Quizá de la palabra, aunque por ajustarnos a la etimología latina, mejor nos quedamos con la letra. Y precisamente aquí estaría el dilema: ¿es el arte de la escritura? ¿entonces solo es literatura aquello pensado solo para quedar escrito? ¿dejamos fuera lo creado para ser recitado (poesía: Pablo Neruda, Juan Ramón, Wislawa Szymbroska, T.S. Eliot,Vicente Aleixandre...), representado en teatro (Luigi Pirandello, Jacinto Benavente, Harold Pinter, Darío Fo...) o cantado? ¿aunque esas obras pasen la "prueba" de ser publicadas y leídas? ¿se crea, por escrito, para dejar por escrito o se crea para ser leído y recibido?
Vuelvo a mi anaquel. A Bob Dylan lo acompañan Rimbaud y Dylan Thomas. La casualidad ha querido plantear otro argumento interesante, con el que además la academia sueca justificaba el premio: "ha creado una nueva expresión dentro de la gran tradicion de la canción americana". Dylan es un fantástico cruce de caminos entre las baladas folk británicas, el simbolismo francés, la poesía beat, y el blues. Con todo lo que acarrea cada una de estas tradiciones. Una nueva expresión desde lo recibido. Un cantante, un poeta, para ser leído, escuchado, y sobre todo recibido, y... recreado. 
 


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