Por pedido de Bob Dylan, investigamos la historia del otro Robert Zimmerman al que hace referencia en esta entrevista, el presidente de los Hell's Angels de San Bernardino, que, según el libro de Sonny Barger publicado en el año 2000, murió en un accidente con su moto en 1964.
Lo que Dylan no sabía era que Zimmerman en realidad murió en 1961, tres años antes de lo que dice el libro (con pocas semanas de diferencia de la primera reseña de Dylan en el New York Times, aparecida en septiembre de 1961, que le dio su primer baño de fama). El hermano de Robert, Thomas Zimmerman, lo recuerda como una figura recia y carismática a la que le permitieron entrar en los Angels a pesar de que sólo tenía 19 o 20 años (exigían tener al menos 21); rápidamente fue ascendiendo hasta ocupar la presidencia. La delegación de San Bernardino, fundada en 1948, fue la primera de los Hell's Angels, y Zimmerman representaba a una generación más joven que se hizo con las riendas del club, que había sido fundado por veteranos de la Segunda Guerra Mundial. "Era bastante violento: me contaron que una vez le sacó un ojo a un tipo con una cadena", cuenta Thomas. La hermana mayor de Robert, Martha, que lo crio luego de que sus padres se divorciaran y su madre se volviera a casar con un tipo con el que Robert no se llevaba bien, recuerda un costado más tierno: "Sólo peleaba si lo provocaban. Si traía a algún Angel a mi casa, le advertía que se bañara".
Martha dice que Robert tuvo una premonición poco antes del accidente fatal, que ocurrió en el Bass Lake Run, una tradición de los Angels. "Les dijo a los muchachos que, si salía a la ruta, no iba a volver", recuerda. "Pero le insistieron y al final salió." Zimmerman estaba tan preocupado que le dijo a su novia que fuera en un camión, en vez de en la moto con él. "Tuvo una visión de lo que iba a pasar", dice Martha.
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