Post de José de Segovia Barrón, titulado El amor perdido de Dylan. Aunque quizá, después de leerlo, podría haber cambiado la "a" de amor por una "A" mayúscula. Arranca el artículo desde la muerte de Suze Rotolo, y recorre las influencias de la religión, de la Biblia, en las letras de Dylan, siempre marcadas por su espíritu de buscador, hasta terminar en nuestros días, con afirmación de Bob como estas:
- En la entrevista de promoción que le hizo Bill Flanagan, el periodista observa que su manera de cantar Oh, pueblecito de Belén, es “como si fuera de un verdadero creyente”. La comentada respuesta de Dylan fue: “Bueno, es que soy un verdadero creyente”.
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