Jesús Miguel Marcos, publica un bonito artículo en Público titulado Atrapar canciones en el aire que comienza así
Su anterior disco Els millors professors europeus es muy recomendable. Te aseguro que dan ganas de tenerlo siempre en el equipo de música. Ahora, a la espera de hacernos con 10 milles per veure una bona armadura, (por cierto, título sacado de una obra de Shakespeare que hace referencia a los estragos que hace el amor, que cambia incluso a aquellos que antes estaban dispuestos a caminar 10 millas para ver una buena armadura, es decir, para ir a cualquier batalla)
Después de este arranque lo une a una de las mejores noticias musicales que me han llegado últimamente: el nuevo disco de Manel, un grupo de folk en catalán interesantísimo, recomendabilísimo y todos los ísimos que te imagines. A los que calificaría de nuevos Dylan por lo valientes de su propuesta, por el calado de sus letras (estos son de los que cuentan historias), y por la belleza de sus melodías.
Bob Dylan decía que cuando escribía canciones tenía la sensación de que no era él quién las componía, sino que las propias canciones estaban ahí, esperando, y que él sencillamente las escuchaba y las transmitía. Con las canciones de Manel el fenómeno es parecido, pero en este caso es el oyente el que lo experimenta: parece que siempre estuvieron ahí, que tan sólo tenía que llegar alguien que te las cantara, que las estabas esperando.
Su anterior disco Els millors professors europeus es muy recomendable. Te aseguro que dan ganas de tenerlo siempre en el equipo de música. Ahora, a la espera de hacernos con 10 milles per veure una bona armadura, (por cierto, título sacado de una obra de Shakespeare que hace referencia a los estragos que hace el amor, que cambia incluso a aquellos que antes estaban dispuestos a caminar 10 millas para ver una buena armadura, es decir, para ir a cualquier batalla)
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