Lo cuenta el Whasington Post. Y así fue. Tal cual dice el título de este post. Un grupo de cinco científicos del Instituto Karolinska de Suecia se apostaron a ver quién de ellos colaba más referencias a Dylan en sus trabajos de investigación.
John Jundberg y Eddie Weitzberg publicaron el artículo Óxido Nítrico e inflamación: la respuesta está soplando en el viento (Nitric Oxide and inflammation: The answer is blowing in the wind). El siguiente equipo, formado por Konstantinos Meletis y Jonas Frisén publicó entonces Blood on the tracks: a simple twist of fate, que incluye el titulo de una canción y el álbum en el que se publicó. A partir de aquí la idea fue creciendo y se unió Kennet Chien con su trabajo Tangled in blue: molecular cardiology in the postmolecular era.
Genial.
ResponderEliminarSon mis ídolos
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