viernes, 18 de mayo de 2012

Perfil de Charlie Sexton, por Mariana Enríquez


Hay algo triste y misterioso entre esos dos sobre el escenario. El predicador fantasma, álido y frágil junto al arcángel envejecido de ojos de humo que parece estar dispuesto a quedarse hasta el final. Dylan siempre confió en Charlie Sexton. Lo pone en el medio del escenario como un trofeo, como un divino tesoro. Y Sexton ya no parece paralizado e incómodo ante ese padre distante. Parece haberse dado cuenta de que es el favorito del mejor compositor del siglo XX. Y de que ese honor no le queda grande.

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