Pero un pirata honrado, como diría José Agustín de Goytisolo y cantó Paco Ibañez.
Es signo de los grandes amantes de la música, de los verdaderos, de los que se dejan la pasta por sus artistas, tener una buena colección de discos pirata, pero en el sentido de la palabra inglesa Bootleg, que suelen ser grabaciones de conciertos y tomas de la grabación.
Siguen saliendo noticias relacionadas con la vida e intimidad de Steve Jobs.
Entre ellas, destaca su interés por la música, y en concreto por Bob Dylan.
Isaacson, en su biografía, cuenta la gran colección de discos pirata (bootlegs) que tenía Jobs de conciertos de Dylan. El propio Jobs fradaba con tener más de 100 horas de conciertos, incluidos los años 65 y 66.
Su compañero Wozniak propuso utilizar una velocidad más lenta del grabador para así poder guardar más música. Un claro antecedente del crimen que se comente ahora con la compactación con los mp3 y la pérdida de calidad.
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