Del discurso que Bob Dylan envió a la academia y que leyó la embajadora, se puede sacar mucho. Es un texto breve, pero abre varios temas interesantes, como la tensa relación entre creatividad y realización de la idea; la intención del creador; la sorpresa por encontrarse en esta "compañía extraña".
Pero hay un párrafo realmente revelador. Al final casi del discurso, Dylan afirma que "cada persona tiene una identidad individual, separada, un mundo en sí mismo". Después de apuntar que ha actuado para 50.000 personas y para 50, dice esta frase. Porque 50.000 son una sola. Porque el problema que ha tenido la música popular es que corre el peligro de masificar en vez de individualizar a cada oyente. Quizá la mercantilización o la industrialización sean las culpables. Quizá la propia simplicidad de las canciones. Pero la intención de Dylan era hablar a cada uno de sus oyentes. Hacer a cada persona, más persona al escuchar sus canciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario