Dylan tocó en el mítico Warfield de San Francisco, escenario que conoce bien. Y la anécdota del día consistió en que no había venta anticipada de entradas, sino que la única forma de acceder al concierto era pagando la entrada en efectivo poco antes del show.
Se recibió la noticia como una propuesta interesante, y el promotor del concierto lo alababa diciendo "es como volver a otra era". Efectivamente, en mi opinión se trata de algo de otra era, pero no en el sentido de que haya sido revolucionario, sino más bien diría que anacrónico. No se llenó ni mucho menos el aforo. Pienso en que mucho público no asistió porque por ejemplo esta era permite que no tengas que hacer una cola sin saber cuánto tiempo estarás ni si tendrás entrada o no. Así que el resultado ha sido lo más lógico para el experimento de Dylan.
La noche anterior, sí que hubo venta anticipada, con precios superiores, y se vendieron todas las localidades.
Bueno, pero ya está bien de que se lleven todo el dinero los intermediarios. Así el que gana es el artista, que es el que trabaja
ResponderEliminarVale, si el discurso está bien, que es verdad que entre los portales de internet y las tarjetas de crédito sacan mucha tajada, pero los servicios que ofrecen dan comodidad a los espectadores ¿o no? ¿qué es mejor, estar horas en una cola sin saber si tendrás o no entrada o poder sacarlas con antelación?
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