Informa EFE EME que Joni Mitchell se ha vuelto a despachar a gusto sobre Bob.
La magnífica cantautora canadiense (porque es una estupenda artista) tiene una clara obsesión: Bob Dylan.
Ya en 2010 afirmó que era un plagiador. Y eso que en el 66 se declaraba fan total de Dylan.
Y ahora en 2013 afirma:
“Me gustan muchas de las canciones de Bob. Musicalmente no tiene mucho talento, su voz la ha tomado prestada de un montón de viejos montañeses. Tiene muchas cosas prestadas”, explica.
Sobre el supuesto plagio, dice: “Robó todas sus líneas de la novela de un matón japonés. Hubo una inminente demanda, pero la retiraron. Me dijo ‘No he escrito una canción en años’. Le dije: ‘¿De qué hablas? ¿Quién las escribe, entonces?’. ”
Pero elogia a Dylan por haber creado “un personaje para ofrecer sus canciones… Porque se pueden hacer cosas con ese personaje. Es una especie de máscara… Es raro mantener el talento mucho tiempo.”
Además de que las opiniones de Mitchell son clarament rebatibles desde la mera descripción de toda creación humana que se basa en lo ya creado, hay que buscar la inquina de Joni en su propia personalidad, algo de Diego Manrique apuntaba hace meses.
O eso o que Joni necesita algo de publicidad...
jueves, 31 de octubre de 2013
miércoles, 30 de octubre de 2013
Análisis de Bill Wyman de algunas canciones de Bob
En la versión digital de The New York Times encontramos este artículo de Bill Wyman (editor de NPR), titulado The Quotable Bob Dylan, con unos breves e interesantísimos análisis literarios de las letras de Chimes Of Freedom, Tangled up in blue, Desolation row, Visions of Johanna, y It's all right ma.
lunes, 28 de octubre de 2013
Sus voces, muy famosas en la música... para algunos, son las peores: artículo sobre el manido tema de la voz de Bob
Publica el Diario de El Paso al artículo Sus voces, muy famosas en la música... para algunos, son las peores, un repaso sobre las grandes malas voces del rock:
Decir que Bob Dylan es un monstruo, es quedarse corto. Él mismo compendia la carrera de múltiples artistas: el poeta, el músico, la voz de una generación. Y cada una de sus vertientes, a su vez, se divide en diferentes deltas.
Como cantautor pasó del folk desnudo, de armónica y guitarra acústica, a la rabiosa electricidad y a una diversidad de géneros en donde hasta se ha llegado a fundir el country, el rockabilly y el blues con la electrónica.
Sin embargo, en todos sus intentos hay algo que sobresale: su escasa voz. Y ni siquiera es que brille sin querer, el mismo Dylan la ha hecho la marca de su casa.
En sus comienzos acústicos jugó con el fraseo dentro de un timbre de pollo en transición a gallo. Poco a poco, comenzó a grabar sin mayores afeites para su paleta vocal.
Desde mediados de la década de los 90 pareció gozar cantando peor de lo que puede (casi como un borracho a punto para la extremaunción).
Hay que escuchar el Unplugged que hizo para la cadena MTV, cualquier concierto reciente o sus tres últimos discos para tener una idea de lo que aquí se escribe. Lo raro es que, pese a sepultarlo como cantante, su voz tiene personalidad y fue la responsable de descubrirle al mundo que poco importan tus cuerdas vocales si tienes algo importante qué decir.
Aunque sobre escribirlo, hay que asegurar que su estilo y actitud ha creado una escuela de seguidores que no sólo se limitan a su propio país.
Por el contrario, pareciera conformar una sociedad internacional de músicos empeñados en demostrar que el timbre no es primordial para grabar un disco si lo que sobra es materia gris en el cerebro y actitud, mucha actitud valemadrista.
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Decir que Bob Dylan es un monstruo, es quedarse corto. Él mismo compendia la carrera de múltiples artistas: el poeta, el músico, la voz de una generación. Y cada una de sus vertientes, a su vez, se divide en diferentes deltas.
Como cantautor pasó del folk desnudo, de armónica y guitarra acústica, a la rabiosa electricidad y a una diversidad de géneros en donde hasta se ha llegado a fundir el country, el rockabilly y el blues con la electrónica.
Sin embargo, en todos sus intentos hay algo que sobresale: su escasa voz. Y ni siquiera es que brille sin querer, el mismo Dylan la ha hecho la marca de su casa.
En sus comienzos acústicos jugó con el fraseo dentro de un timbre de pollo en transición a gallo. Poco a poco, comenzó a grabar sin mayores afeites para su paleta vocal.
Desde mediados de la década de los 90 pareció gozar cantando peor de lo que puede (casi como un borracho a punto para la extremaunción).
Hay que escuchar el Unplugged que hizo para la cadena MTV, cualquier concierto reciente o sus tres últimos discos para tener una idea de lo que aquí se escribe. Lo raro es que, pese a sepultarlo como cantante, su voz tiene personalidad y fue la responsable de descubrirle al mundo que poco importan tus cuerdas vocales si tienes algo importante qué decir.
Aunque sobre escribirlo, hay que asegurar que su estilo y actitud ha creado una escuela de seguidores que no sólo se limitan a su propio país.
Por el contrario, pareciera conformar una sociedad internacional de músicos empeñados en demostrar que el timbre no es primordial para grabar un disco si lo que sobra es materia gris en el cerebro y actitud, mucha actitud valemadrista.
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jueves, 17 de octubre de 2013
Cuando Odetta cantó a Dylan, por Alfonso Cardenal
Enlace al artículo "Cuando Odetta cantó a Bob Dylan" sobre la relación entre la que era reina del folk y un joven Dylan.
http://blogs.cadenaser.com/sofa-sonoro/la-gran-dama-del-folk-y-el-alumno-aventajado-2600268/
http://blogs.cadenaser.com/sofa-sonoro/la-gran-dama-del-folk-y-el-alumno-aventajado-2600268/
jueves, 10 de octubre de 2013
Poesía provocada por Dylan: Isabel Carlota Roby
Poema Y de Isabel Carlota Roby @golfemia
(aquí poema completo y audio con la autora recitando)
(aquí poema completo y audio con la autora recitando)
Y…
Nos pasamos la noche esnifando
nada se nos daba bien por esos días
salvo eso
un billete de 5 euros en la mesa
y la violenta adrenalina empujándonos
mientras sonaba Bob Dylan
y cantábamos.
Esasí
we ain’tgonna go to hell for anybody
but us.
Y derramaste tu vino sobre mis medias rotas
y escupiste poemas y semen sobre la mesa
y limpié tu caos
con mi lengua
y abrí tu boca para devolverte todo
lo que ya me habías quitado antes,
la historia es una colección de escombros.
Y en las noches
la libertad era un balcón abierto
para colgarnos
y dejarnos caer.
Y decorábamos los antros en invierno
yo con mis medias rotas
tú con tu barba a medio crecer.
Y regresábamos
y abrías mis piernas
y me encantaba la sensación de tu barba entre mis muslos
y el sexo y el amor eran violentos
no había otra manera con nosotros
y el despertar un vaso de agua medio lleno
y un puño de aspirinas
y los libros siempre,
no teníamos nada
pero nunca nos faltaba un Faulkner,
un Sartre o un Baudelaire
y tu cercanía fue siempre
como una pre-masturbación.
Eran muchas las cosas que nos unían
por aquellos días.
Pero
todo pasa, como si jamás hubiera pasado
tú te cortaste la barba
yo boté mis medias rotas
y nos defraudamos
Pero hoy
le ahorraré mi asco a la poesía
aún sigo siendo lengua
limpiando escombros
como siempre
no vuelvas sin ellos
si vuelves.
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